Familias veracruzanas presentan a sus niños Dios en el marco del Día de la Candelaria

Danytza Flores.

Veracruz, Ver.-Aunque en Veracruz no es una tradición tan arraigada este miércoles de 2 de febrero, creyentes y familias veracruzanas acudieron a la catedral de Veracruz para presentar al Niño Dios, como parte de la celebración del Día de la Candelaria.
Mujeres y niños llevaron en brazos a los Niños Dios, vestidos de diversas formas, mostrando así la religiosidad popular y la preservación de la cultura y tradición.
Las figuras del niño Jesús que son bendecidas tienen todas las formas posibles, algunos están sentados en su trono de madera, otros están de pie, algunos más son enormes, del tamaño real de un niño de 40 días de nacido y otros más son tan pequeños que caben en la palma de la mano.
Los vestuarios fueron diversos desde San Judas Tadeo, el Niño Papa, el Niño Arcángel, hasta los tradicionales, que incluyó accesorios como sillas, bastones y sonajas.
Sin embargo es de señalar que para la iglesia católica no es lo propio, porque se desvirtua de alguna manera la festividad, dice el vicario de la catedral de Veracruz, Julio Flores Carranza.
“Lo esencial es que lo vistan como es en este caso como niño Dios, sin embargo mucha gente a veces por desconocer o por alguna devoción lo viste de esa manera, no es condenable pero lo idóneo es vestirlo como un niño. No es algo grotesco pero no hay que perder el sentido de lo tradicional”, refiere.
La asistencia fue menor a la de años anteriores y se atribuye en gran parte al temor a la pandemia.
Aunque lo cierto es que esta tradición prevalece más en las personas de la tercera edad que en los jóvenes y adultos.
El prelado recuerda que, el Día de la Candelaria está relacionado con la Navidad, es decir, el nacimiento de Jesucristo, por lo que el 2 de febrero es la fecha en que José y María presentan al Niño Dios ante el templo, como lo marcaba la ley del rey Herodes, pero también significa el encuentro entre Dios y su pueblo.
Del mismo modo indica que este mismo día se conmemora el día en que la Virgen María se purificó después del nacimiento del niño Dios y llevó candelas a la iglesia para que estas fueran bendecidas.
Cabe agregar que algunas familias aprovecharon la ocasión para bendecir agua, imágenes religiosas, velas, cirios y veladoras.