Deben altares contener recuerdos y no elementos asociados con lo demoníaco
Susana Cruz.
Veracruz, Ver. La Iglesia Católica en Boca del Río muestra una postura favorable hacia la tradición de instalar altares de Día de Muertos en los hogares, siempre y cuando se enfoque en el recuerdo y la honra a los seres queridos fallecidos, excluyendo elementos de brujería o hechicería. El padre Guillermo Arturo Ramírez Martínez, de la Iglesia Nuestra Señora de Santa Ana, explicó que, aunque esta práctica es aceptada dentro del catolicismo, se debe evitar la incorporación de elementos asociados con lo demoníaco.
El padre Ramírez subraya que, desde una perspectiva católica, los altares pueden contener objetos simbólicos que rememoren al difunto, similar a cómo las imágenes de santos a menudo van acompañadas de objetos representativos de sus acciones o virtudes. Para él, el altar no solo tiene un valor religioso, sino también cultural, especialmente en México, donde se incluyen elementos como alimentos y flores de cempasúchil.
La tradición de Día de Muertos marca el 1 de noviembre como el día para honrar a los “muertos chiquitos” o niños fallecidos, y el 2 de noviembre como el Día de los Fieles Difuntos, dedicado a los adultos. Durante estas fechas, las familias decoran los altares con papel picado, calaveritas de azúcar, pan de muerto y platillos que gustaban a sus seres queridos, una práctica con profundas raíces prehispánicas.