Lamenta Diócesis de Veracruz, inseguridad contra Obispo de Guerrero
Danytza Flores.
Veracruz, Ver.- La Diócesis de Veracruz condena el secuestro exprés del Obispo Emérito de Chilpancingo Guerrero, Salvador Rangel Mendoza, ocurrido este fin de semana.
El vocero de la Diócesis de Veracruz, Aurelio Mojica Limón, dijo que el hecho refleja la urgencia de fomentar y construir la paz, rechazar la violencia y tratar de construir mejores relaciones.
“Es una opinión de seguir continuando con la paz, anunciando la paz, recordar que hace algunos días, los obispos de esa región, pues hicieron por ahí esa propuesta o querer cubrir una tregua, para que se calmara la situación en el ambiente, pues ahora acontece esto donde este obispo ya emérito de edad avanzada y es por eso que está hospitalizado, ya lo iban a dar de alta y le iban a tomar sus declaraciones, se desconoce la causa o el motivo del secuestro exprés”, comentó.
Hay que recordar que fue la propia Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), quien informó de la desaparición de Rangel Mendoza desde el 27 de abril pasado, más tarde se supo que había sido ingresado “en el Hospital General Dr. José G. Parres, perteneciente al sistema de salud pública del Estado de Morelos en la ciudad de Cuernavaca”.
Llamadas de extorsión
En ese tenor, el párroco de la iglesia católica descarta que en el estado de Veracruz se haya registrado un tipo de agresión contra sacerdotes de manera directa, pues el robo del Obispo de Orizaba, Eduardo Cervantes Merino en la autopista Puebla-Orizaba fue algo casual.
No obstante lo que sí es que algunas parroquias han recibido llamadas de extorsión. No son constantes y se realizan por temporadas, a las oficinas de las parroquias de las Diócesis de Veracruz.
Por fortuna, no ha pasado a mayores y por lo tanto tampoco se han presentado denuncias ante la autoridad. El sacerdote asegura que el personal administrativo ya está preparado para colgar la llamada y no hacer caso de este tipo de intimidaciones.
“Lo normal, toda la gente debemos de cuidarnos y tener ciertas precauciones, llamadas normales que hacen en las oficinas o para hacer algunos comentarios o tratan de sacar cierta información o tratar de confundir a las secretarias o secretario que está en las oficinas, no propiamente amenazas, sino de tratando de extorsionar o de engañar, para sacar algún provecho, pero las secretarias saben que no tiene que dar información ni datos de nosotros, porque sabemos cómo está la situación y no hay respeto para nadie”, refiere.
Aurelio Mojica Limón, párroco de la Catedral de Nuestra Señora de Asunción, concluyó invitando a la población en general a orar y a seguir en este propósito de fomentar la paz.