La milagrosa Virgen Desata Nudos que visitan turistas en Mandinga
Danytza Flores
Alvarado, Ver.- De entre 38 islas distribuidas en 2 mil hectáreas que forman el ecosistema de la laguna de Mandinga, en los límites entre los municipios de Alvarado y Medellín de Bravo, una de ellas llama la atención de entre todas por dos peculiaridades que la hacen única.
La primera es que su superficie está cubierta por completo de conchitas de mar, en un inicio que comenzaron a llegar a la orilla arrastradas por la corriente, después fueron los pescadores quienes las esparcieron por el suelo para decorar el lugar y darle un tono blanco.
Es por lo anterior que toma su nombre y es llamada la Isla de las Conchitas, un lugar que en los recorridos guiados en lanchas era incluido como parte del tour para admirar su belleza.
Pero el otro elemento que la hace única fue colocado recientemente y no solo ha generado una ola de turistas interesados en visitar esta pequeña isla, sino que también le ha dado cierto misticismo y devoción, asegura Gregorio Huerta, pescador originario de Mandinga.
En la Isla de las Conchitas se encuentra un altar dedicado a la Virgen Desatanudos, su figura resguardada en una vitrina es venerada por cientos de visitantes que llegan hasta el lugar únicamente atraídos por su fe en ella.
Gregorio cuenta que en septiembre del 2022 un grupo de misioneros católicos realizaron diversas actividades en la comunidad de Mandinga, municipio de Alvarado, enclavada en uno de los bordes de la laguna y fue entonces que construyeron el altar en el lugar.
De acuerdo con lo informado en aquel entonces por la Diócesis de Veracruz, la Virgen Desatanudos llegó a ese sitio navegando en una procesión de la agrupación religiosa denominada Familia Misionera de Regnum Christi, como parte de una de sus misiones urbanas.
El altar de la Virgen se encuentra cubierto de listones blancos, con diversas plegarias escritas sobre ellos. Los listones están atados con nudos en maderos que fueron colocados a su alrededor, cada que estos se llenan se colocan en los costados de una estructura creada para ello.
Gregorio comparte que antes de la llegada de los misioneros y la construcción del altar los visitantes recorrieran la laguna solo para conocer sus bellezas naturales bordeado por el bosque de manglares, pero desde que se construyó el altar hay personas que vienen exprofeso solo para conocer el sitio.
Llegar a la Isla de las Conchitas para pedirle una plegaria a la Virgen Desatanudos es un trayecto que inicia en cualquiera de los dos embarcaderos que existen en el pueblo de Mandinga, solo basta con pedir a alguno de los lancheros ir al sitio, aunque ellos de antemano lo incluyen en los recorridos que realizan.
Gregorio detalla que incluso como parte de sus recorridos, hacen una escala de entre 15 y 20 minutos en la pequeña Isla, para que las personas bajen y caminen entre las conchitas, en donde pueden hacer una oración o plegaria si es el deseo.
Los mismos pescadores cargan con listones que venden por cualquier moneda a los interesados en pedir un milagro. El precio promedio del traslado es de 250 a 300 pesos por persona .
De acuerdo con los creyentes, para pedir un milagro hay que tener fe y pararse frente a la figura de la Virgen Desatanudos, que es una estatua de la Virgen María, ataviada con vestimenta azul y roja, parada sobre una media luna negra y olas de mar, mirando hacia el otro extremo de la Isla.
Posteriormente se puede pasar a una mesa grande de madera, que sirve como base para escribir las plegarias en listones blancos, que después pueden ser atados con nudos cerca de tablas que están a los costados del altar o en una estructura hecha de madera exprofeso para ello.
Un tablón tiene inscrita la oración que le es rezada en voz baja: “Por tu gracia, por tu intercesión. Con tu ejemplo, libranos de todo mal señora nuestra y desata los nudos que impiden que nos unamos a Dios. Amén”.
Según el pescador, la fe de los creyentes es grande y le han narrado de los milagros que realiza esta virgen. Entre los relatos que ha escuchado se encuentran personas con enfermedades terminales que regresan a agradecer porque con tratamiento médico fueron curadas aunque no tenían esperanza.
Otros más piden superar sus problemas de dinero o ayudarlos a tener hijos, afirma Gregorio, quien explica que todas las personas que reciben el milagro regresan y en el muelle de las lanchas amarran listones de colores con nudos, como un agradecimiento a la virgen que les cumple el milagro.