Daños a la vida silvestre por el libramiento de Coatepec

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La vía de comunicación atraviesa áreas privadas de conservación y la red hidrológica de La Antigua

      

Redaccción Infoveracruz.

Xalapa, Ver.-La ampliación de la Segunda Etapa del Libramiento , de Coatepec, obra que realiza el gobierno del estado, causa daños a la vida silvestre y su hábitat.

El proyecto atraviesa áreas hidrológicas, de conservación y colinda con zonas de importancia ecológica, como la “Selva Nueva y El Jaguar”.

Son 44 predios ejidales los que fueron afectados por la obra, incluyendo el Área Privada de Conservación Ejido La Orduña, certificada con 250 hectáreas el 2 de marzo de 2016 y aún vigente, según la manifestación de impacto ambiental.

De acuerdo a los estudios previos, se identificó la presencia de diversas especies de anfibios, reptiles, mamíferos y aves, algunas bajo protección especial.

 Cabe mencionar que en el área de construcción se encontraban mil 267 árboles pertenecientes a 33 familias, según los estudios para evaluar la abundancia y distribución de la fauna.

BIODIVERSIDAD IMPACTADA

Con relación a los reptiles, se observó la presencia abundante de la lagartija espinosa de vientre rosado, mientras que especies como la minadora coralilla, la culebra de cafetal de collar y el anolis fantasma son raras. La culebra ojo de gato bandada cuenta con protección especial (Pr).

En cuanto a los anfibios, se identificaron nueve especies de ranas y sapos. La rana de hojarasca es abundante en el ecosistema de cafetal, y el sapo gigante destaca en el ambiente de cañaveral. Tres especies identificadas tienen clasificación Pr según la NOM 059.

Respecto a las aves, se registraron al menos 19 especies en los ecosistemas de cafetal y cañaveral. La Oropéndola de Moctezuma cuenta con clasificación Pr.

En cuanto a los mamíferos, se identificaron al menos siete especies anidando entre la vegetación de cafetal y cañaveral, siendo el mapache el más abundante, aunque ninguna tiene relevancia para su conservación.

Es importante señalar que la Ley General de Vida Silvestre establece medidas de mitigación que representen al menos el 10 por ciento de la inversión total de la obra, que supera los 215 millones de pesos.

ÁREAS BAJO PROTECCIÓN

Además, las áreas destinadas voluntariamente a la conservación, como “Selva Nueva y El Jaguar”, deben ser protegidas, aunque el proyecto no atraviesa dicho espacio.

El trazo del libramiento sí pasa dentro de la Región Hidrológica Prioritaria 77 Río La Antigua, lo que exige precaución en la preservación de los recursos hídricos.

En cuanto a la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente (LGEEPA) se destaca que considera a las áreas destinadas voluntariamente a la conservación (ADVC) como parte de las Áreas Naturales Protegidas (ANP) de competencia de la Federación  

“Para la LGEEPA, las áreas destinadas voluntariamente a la conservación son aquellas que pueden presentar cualquiera de las características biológicas y ecológicas similares a reservas de la biosfera, parques nacionales, monumentos naturales, áreas de protección de los recursos naturales, áreas de protección de flora y fauna, santuarios, parques y reservas estatales, o bien, similares a las zonas de conservación ecológica municipales”.  

Si bien el trazo del proyecto del libramiento no cruza por ninguna de las ADVC, se encontró que al sur del trazo y de la localidad de Zimpizahua se encuentra el área “Selva Nueva y El Jaguar”.  

En cuanto a la Ley Estatal de Protección Ambiental (LEPA), sobre el proyecto se encontró que el trazo cruza el Área Privada de Conservación Ejido La Orduña, que fue certificada el 2 de marzo de 2016 y actualmente se encuentra vigente con una superficie de 250 hectáreas.  

Al respecto, el Gobierno estatal está obligado a llevar un sistema de áreas privadas de conservación como parte integrante del Registro Estatal de Espacios Naturales Protegidos.

El proyecto no se encuentra dentro de algún sitio RAMSAR, pese a que al suroeste de este se encuentra el sitio RAMSAR Cascada de Texolo y su entorno que se consideran como un humedal continental, formado por los Ríos Matlacobatl y Texolo.