Necesita México blindarse frente al riesgo financiero global para evitar recesión

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Susana Cruz.


Veracruz, Ver. El pasado lunes 5 de agosto fue denominado como “lunes negro” debido a la caída masiva de las bolsas de valores a nivel mundial, un evento que no dejó exento a México. En este contexto, José Manuel Urreta Ortega, presidente de la Asociación Nacional de Consejos Empresariales Regionales (ANCER), señaló la necesidad de establecer medidas de blindaje económico para proteger al país de futuras fluctuaciones internacionales.
Uno de los mayores temores de los inversionistas es la posibilidad de que Estados Unidos caiga en una recesión debido a los problemas económicos globales. Esta situación podría afectar no solo a esa nación, sino también a México, generando complicaciones económicas en ambos países.
El presidente de la ANCER dijo que para fortalecer la economía de México y evitar una recesión, es crucial abordar el elevado déficit fiscal, que actualmente alcanza el 5.9% del PIB. Este déficit, que representa el mayor endeudamiento público desde 1988 con 1.9 billones de pesos, ha contribuido a una desaceleración económica significativa.
“En el segundo trimestre de 2024, el PIB creció solo un 1.1% a tasa anual, evidenciando una expansión acumulada de apenas 1.5% en el primer semestre. Sin una estrategia para reducir este déficit, es probable que México enfrente una recesión, por ello se necesita un enfoque más sostenible en la gestión fiscal y la reducción de la deuda”.
El costo financiero de la deuda, estimado en 1.228 billones de pesos, representa el 16.5% de los ingresos presupuestarios, exacerbado por altas tasas de interés y una inflación persistente del 4.97%.
Para enfrentar estos desafíos, México debe implementar reformas profundas en sus políticas fiscales. Es fundamental reducir el déficit fiscal mediante un control más riguroso del gasto público y mejorar la eficiencia en la recaudación de impuestos. Aumentar la inversión en infraestructura productiva y fortalecer sectores clave como la industria y el comercio podría impulsar el crecimiento económico. Además, es esencial revisar las políticas de deuda para asegurar una trayectoria más sostenible y evitar un mayor incremento de la carga financiera sobre el país.
Y es que el desplome global comenzó con una significativa caída del 12.4% en el índice Nikkei de Tokio, arrastrando consigo a otros mercados. Este fenómeno, impulsado por los recientes datos macroeconómicos de Estados Unidos, borró las ganancias de Wall Street y llevó a las bolsas europeas a mínimos no vistos desde marzo del año pasado.
“El incremento de la volatilidad y la caída en las bolsas refleja no sólo una preocupación inmediata, sino también un temor subyacente sobre el futuro económico global”, afirmó Urreta Ortega.
El impacto en México no se hizo esperar. La moneda nacional sufrió una depreciación notable, con el dólar estadounidense cerrando al alza a 19.35 pesos, lo que representó un incremento del 0.91% respecto al día anterior. En este sentido, Urreta Ortega destacó la importancia de fortalecer el blindaje económico del país para mitigar los efectos adversos de las fluctuaciones internacionales.
“Es vital que México mantenga una estrategia sólida para enfrentar estos desafíos, protegiendo la estabilidad económica y evitando una posible recesión”, enfatizó.
Urreta Ortega advirtió que, aunque México cuenta con reservas significativas, es crucial mantener un enfoque preventivo y adaptativo. “No podemos depender únicamente de nuestras reservas; es necesario diversificar nuestras estrategias económicas y fortalecer el mercado interno. La incertidumbre global y las interdependencias económicas demandan un enfoque proactivo y medidas de blindaje que aseguren la estabilidad y el crecimiento del país”, concluyó.