Bloquean por cuarta vez la avenida Cuauhtémoc


Susana Cruz.


En un acto de protesta desesperada, trabajadores del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) bloquearon nuevamente la avenida Cuauhtémoc, en su intersección con Icazo, exigiendo mejoras urgentes en el funcionamiento de los elevadores y el sistema de aire acondicionado del hospital. La manifestación, liderada por empleados que enfrentan a diario las deficiencias del centro de salud, generó caos vial significativo y sacó a la luz una serie de problemas que afectan tanto a los pacientes como al personal.
Anayanci Martínez Hernández, enfermera del hospital, explicó que las constantes fallas en los ascensores han complicado seriamente el traslado de materiales, equipos médicos y, sobre todo, de pacientes.
“No pueden hacerle estudios a los pacientes porque no sirve el elevador y eso retrasa su tratamiento. Este bloqueo es para que las autoridades se den cuenta de que estamos trabajando en las peores condiciones y atiendan bien al derechohabiente”.
Señaló que supuestamente hay moscas en las habitaciones de los pacientes y una preocupante falta de medicamentos.
Además de los problemas con los elevadores, los trabajadores también denunciaron que el sistema de aire acondicionado en diversas áreas del hospital no funciona correctamente. Esto ha provocado que tanto pacientes como sus familiares sufran las altas temperaturas dentro de las instalaciones, una situación particularmente crítica en los meses de calor intenso. La falta de un ambiente adecuado para la recuperación de los pacientes agrava su malestar y retrasa su mejoría.
Para empeorar las cosas, los trabajadores del IMSS recibieron una circular en la que se les informa que no se permitirá tener en uso bienes muebles ajenos al instituto, como hornos de microondas, refrigeradores, cafeteras, calentadores y sandwicheras. Estos equipos serán retirados y enviados a la oficina de Servicios Generales. La medida, según las autoridades, busca evitar la generación de fauna nociva, sobrecarga de corriente y peligros como explosiones e incendios. Sin embargo, los empleados consideran que esto solo incrementa las dificultades en su entorno laboral ya de por sí complicado.