Teatro Clavijerio, cuatro siglos de historia teatral

Danytza Flores.


Veracruz, Ver.- El Teatro Francisco Javier Clavijero, un ícono cultural en la ciudad de Veracruz, emerge como un testigo silencioso de más de cuatro siglos de historia teatral en el corazón de este puerto.
Ricardo Cañas Montalvo, experto en historia de Veracruz, detalla que el inmueble como hoy se le conoce fue construido en el año 1902.
El Teatro Francisco Javier Clavijero ha sido un punto de referencia en el panorama cultural de Veracruz durante 122 años. Sin embargo, su legado trasciende aún más atrás en el tiempo, ya que el espacio donde se erige este teatro ha sido utilizado para presentar obras durante más de 400 años.
El historiador cuenta que el origen de este teatro se remonta a las obras realizadas en la ciudad para la ampliación del puerto de Veracruz. Porfirio Díaz, en su mandato como presidente de México, ordenó al gobernador de Veracruz de esa época, Teodoro Dehesa, la construcción del teatro en la calle Coliseo de Nava, hoy conocida como calle José de Emparan.
Detalla que en el siglo XVII, el lugar albergaba la Casa de Comedias, seguido por el Teatro Principal, que lamentablemente se incendió a principios del siglo XIX.
Ricardo Cañas menciona que inicialmente conocido como Teatro Dehesa, este recinto fue renombrado el 31 de mayo de 1911 como Teatro Felipe Carrillo Puerto, coincidiendo con el exilio de Porfirio Díaz.
El Teatro Francisco Javier Clavijero ha sido escenario de momentos históricos trascendentales, como la primera coronación de la Reina del Carnaval de Veracruz. El historiador cuenta que en el siglo XX, el joven Plácido Domingo dejó su huella en este escenario con su talento musical.
Sin embargo, señala que hacia la década de 1960, el teatro fue abandonado, hasta que en 1969 se restauró y adoptó su nombre actual. En conmemoración de los 450 años de la ciudad, se llevó a cabo una remodelación que conservó su esencia interior.
Hoy en día, el Teatro Francisco Javier Clavijero mantiene vivo su legado, con un escenario ideal para albergar una orquesta sinfónica y accesos de escape diseñados para los actores que salen de escena. Es un monumento no solo a la historia teatral de Veracruz, sino también a la riqueza cultural de México.